Su padre le preguntaba continuamente qué quería ser, y le decía payaso, – decía: querrás decir actor, bien, quizás pueda enviarte a una escuela. No – decía -, actor no, he dicho payaso, y las escuelas no me sirven para nada. Pero ¿qué te has creído?– preguntaba. Nada – decía -, nada.
Ni Philippe Gaulier, ni la Bont’s International Clown School, ni Gabriel Chamé, ni Antón Valen, ni Alfredo Sanzol, ni Omar Argentino, ni la Escuela Superior de Arte Dramático han conseguido enderezarlo.
Ha atormentado a gentes de Perú, Bélgica, Francia, Portugal, Luxemburgo y Marruecos; y a directores como Juan Dolores Caballero, José Carlos Plaza, Pepa Gamboa o Juan Miguel del Castillo. Su último fracaso interpretativo se corroboró en el rodaje de la próxima película de Áralan Films: La Maniobra de la Tortuga.
Ha malogrado el mundo literario con El regalo de la princesa (2011) y Continente Contenido (2017).
Amenaza con seguir intentándolo.